De los enfrentamientos con el Real Zaragoza, en este Vintage del Alba nos vamos a quedar con el que se produjo en la temporada 2003-04 en Primera División, casi al final del campeonato, que acabó 3-1 a favor de los manchegos y significó la permanencia virtual para el equipo entrenado por César Ferrando en su retorno a la máxima categoría.
El partido correspondía a la jornada 35 del campeonato y se jugó el 2 de mayo de 2004. El Albacete había regresado esa temporada a Primera, con César Ferrando en el banquillo, el Zaragoza no andaba bien, y eso que tenía una plantilla cargada de jugadores con mucho nombre y que estaba entrenado entonces por Víctor Muñoz, aunque la temporada la había empezado un Paco Flores que fue destituido tras la vigésima jornada.
El Alba estaba en el puesto 12 de la clasificación, cómodo con 40 puntos, a sólo un punto, pero cuatro puestos más abajo y cerca del descenso, estaba el Zaragoza.
Al Albacete no pudieron empezarle mejor las cosas porque cuando apenas habían transcurrido dos minutos de partido el central Pablo Ibáñez se fue para arriba por el centro con el balón controlado y dio un pase perfecto en profundidad para un inspirado Aranda, que batió a Láinez con la maestría que le caracterizaba cuando estaba motivado. El delantero cedido por el Villarreal había encajado bien con Ferrando y marcó ocho goles en esa temporada.
Con el marcador a favor el Albacete jugó muy bien, mientras que el Zaragoza era un desastre. Para colmo de males se lesionó Cuartero en el minuto 34 y tuvo que ser sustituido. Víctor Muñoz arengó a los suyos en el descanso y puso en el campo a Galletti, lo que provocó la reacción del Zaragoza, pero Almunia, en la portería del Alba, también estaba inspirado y atajó una buena ocasión de Savio.
En el minuto 54 llegó el segundo gol local. Munteanu centró, toda la defensa maña se fue a cubrir al peligroso Aranda, pero el balón fue para un desmarcado Pacheco que con la cabeza hizo el 2-0.
En el minuto 74 pudo el Zaragoza meterse en el partido, gracias al gol de Rebosio que apretaba el marcador, pero el Albacete estaba jugando muy bien y aprovechó un nuevo error defensivo para hacer el 3-1 por medio de Mikel Aguirregomezcorta. La afición celebró que esa victoria otorgaba la permanencia virtual en Primera para el Albacete, mientras que complicaba mucho la de un Zaragoza que, sin embargo, ganó las tres últimas jornadas y acabó incluso por delante del conjunto manchego en la clasificación.
César Ferrando jugó ese día con Almunia, Óscar Montiel, Pablo Ibáñez, Buades, Fernando Navarro, Viaud, David Sánchez, Redondo, Pacheco, Munteanu y Aranda. También jugaron Álvaro Rubio, Basti y Mikel, quedando en el banquillo Moso, Líbero Parri, Paco Peña y Delporte.
Víctor Muñoz jugó con Láinez, Milito, Álvaro Maior, Cuartero, Ponzio, Movilla, Cani, Savio, David Pirri, Dani y David Villa. También jugaron Rebosio, Galletti y Soriano, quedando en el banquillo Yordi, Generelo, Juanele y Zaparaín.
El árbitro del encuentro fue un buen “amigo” de César Ferrando, el valenciano Lizondo Cortés, que mostró cartulina amarilla a Movilla, Soriano y David Pirri. La anécdota con este colegiado es que pitó el partido Zaragoza-Albacete de la campaña anterior, cuando los dos equipos ya estaban ascendidos matemáticamente el día anterior y, en la rueda de prensa posterior al partido, Ferrando dijo que “una de las mejores cosas que llevan ascender es que no nos vamos a volver a encontrar con Lizondo Cortés” y resulta que el Comité Técnico de Árbitros también ascendió al colegiado valenciano a Primera ese verano, con lo que Ferrando se lo tuvo que “tragar” también en Primera.
IMÁGENES
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AFICIÓN
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