En las veces que el Mallorca ha visitado el Carlos Belmonte, sólo en una ocasión logró ganar el equipo balear y lo cierto es que, a pesar de la derrota, el triunfo fue para el Alba, pues hablamos de la promoción de la temporada 1992-93 en la que al final se llevó el gato al agua el equipo manchego, por el buen resultado que cosechó en el partido de ida disputado en el viejo Luis Sitjar.
Nos tenemos que remontar a la segunda temporada en la historia del Albacete Balompié en Primera División. El equipo había tocado techo después de tres campañas extraordinarias con el ascenso a Segunda, el ascenso a Primera y el séptimo puesto en la tabla de Primera. Un punto le faltó al equipo de Benito Floro para jugar la Copa de la UEFA. Pero claro, mantener ese nivel era muy complicado, sobre todo después de la marcha de Floro al Real Madrid.
El Alba apostó por Julián Rubio y con una plantilla de mucho nivel, la suerte no acompañó al de Montealegre. El equipo manchego jugaba un fútbol vistoso y era capaz de firmar brillantes remontadas, como la protagonizada en el Camp Nou cuando se logró empatar (3-3) después de ir perdiendo 3-0 a los 20 minutos de partido. Los resultados se negaban y al final el propio Rubio aconsejó el fichaje de Víctor Espárrago, veterano técnico uruguayo que dejó huella en su paso por el Alba. La temporada comenzó a enderezarse, pero la fatalidad golpeó fuerte al equipo con el fatal accidente de tráfico en el que perdió la vida el delantero panameño Rommel Fernández, cedido por el Valencia.
El Alba pudo evitar el descenso directo, pero se vio abocado al final de temporada a jugar la promoción. En aquellos años los dos últimos de Primera descendían, mientras que ascendían los dos primeros de Segunda. Luego los que acababan en los puestos 17 y 18 de Primera debían jugar la promoción con el 3º y 4º de Segunda, una eliminatoria a doble partido en la que el ganador se quedaba en Primera y el perdedor en Segunda.
El Albacete finalizó en el puesto 17, mientras que el Mallorca, que había estado en puestos de ascenso, la penúltima jornada bajó a la cuarta plaza y destituyó a su entrenador, Lorenzo Serra Ferrer, ante el asombro de todos y en extrañas circunstancias. Miquel Dalmau, presidente del Mallorca, dejó el equipo en manos de Jaume Bauzá, un profesor de EGB que sólo había entrenado a equipos mallorquines de categoría regional.
Y en la ida de la promoción pasó lo que tenía que pasar. El Mallorca fue un desastre y el Alba le pasó por encima. Los goles de Menéndez y Pinilla pusieron el 0-2 antes del descanso y en la segunda mitad Antonio remataba la faena con el 0-3. El Mallorca espabiló al final para lograr, por medio de Milojevic, el 1-3 definitivo.
Así llegó el partido de vuelta en el Carlos Belmonte, el 30 de junio de 1993, con arbitraje de Brito Arceo, el campo hasta la bandera y la afición tranquila por ese gran resultado en el encuentro de ida.
Víctor Espárrago formó con: Balaguer, Geli, Coco, Santi, Menéndez, Chesa, Catali, Zalazar, Cordero, Pinilla y Antonio. Sólo hizo un cambio, entrando Líbero Parri por Menéndez en la recta final del choque.
Jaume Bauzá jugó con: Prats, Julián Ronda, Fradera, Sala, Paco Soler, Pedraza, Stosic, Luis Delgado, Bogdanovic, Gálvez y Milojevic. También jugaron Sacarés y José Gozález.
El Mallorca, con ese 1-3 en la ida, necesitaba un 0-3 para irse a Primera, tarea sumamente complicada, por lo que salió a jugar sin mucha presión, ya que lo tenía prácticamente perdido. El Alba, por su parte, fue todo lo contrario. Los nervios que no tenían los baleares los tenía el conjunto manchego, que tan mal jugó sus cartas que en un abrir y cerrar de ojos se había complicado la eliminatoria al encajar dos goles a las primeras de cambio. Luis Delgado marcó en el 14 y Bogdanovic en el 21. El partido se había puesto donde no pensaba el Mallorca, que con un gol más se iba a Primera. Ese gol estuvo a punto de llegar en los remates de Gálvez, Fradera y Milosevic, pero no acertaron con la portería manchega. La lesión de Pedraza en el 37 frenó la buena dinámica con la que el Mallorca había entrado en el partido, pero el mazazo fue más grande cuando apareció Antonio, el máximo goleador en la historia del Albacete, para meter un gol que bien valdría una permanencia. Se estaba en el tiempo añadido de esa primera mitad cuando el delantero de Iniesta apareció a la salida de un córner para hacer el 1-2, que sentó como un disparo a quemarropa en un Mallorca que no se logró recuperar. La segunda parte fue un quiero y no puedo para el equipo balear, mientras que el Albacete tuvo en un par de veces el 2-2 en las botas de Antonio. Sólo en la recta final volvió a aparecer el Mallorca, a la desesperada, y Gálvez hizo temblar el Belmonte metiendo un balón en el palo, pero el marcador ya no se movió, el Mallorca ganó 1-2, pero el Albacete fue el vencedor de la contienda, ya que se había ganado el derecho a seguir en Primera, mientras que el Mallorca se quedaba un año más en Segunda.
Y bien que pescó el Alba en ese Mallorca, porque unas semanas después de acabar la temporada y al configurar la plantilla para la campaña siguiente, el conjunto manchego se hizo con los servicios del central Esteban Fradera, el mediocentro José María Sala y el delantero José González.
Al finalizar el partido, la anécdota la protagonizó el presentador y actor de doblaje natural de Chinchilla, Constantino Romero, que había prometido afeitarse su frondoso bigote si el Alba, del que era un gran seguidor, lograba permanecer en Primera. Así, al finalizar el partido, bajó al vestuario donde su bigote fue afeitado, lo que quedo inmortalizado en las fotografías de Jesús Moreno.
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IMÁGENES DEL ENCUENTRO
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LA AFICIÓN
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