¿Qué es más fácil? ¿Cambiar las ruedas del coche o rehacer la carretera? A una disyuntiva parecida se enfrenta el ferrocarril español de mercancías, como informaba hace unos días El País. TRIA, una empresa española de ingeniería, está empeñada en que el sector se incline por la respuesta que parece más obvia, la de las ruedas.
Junto con las sevillanas AZVI y OGI, ha desarrollado un eje de ancho variable para trenes de mercancías que, si todo va bien, puede suponer un antes y un después para este tipo de transporte ferroviario, en fuerte competencia con el transporte por carretera y que se juega mucho con el Corredor Mediterráneo, el trazado ferroviario que deberá recorrer toda la fachada levantina, desde Algeciras hasta Francia, para facilitar la exportación de mercancías. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), dependiente de Fomento, ya adjudicó al consorcio el encargo por 4,7 millones de euros y, tras múltiples ensayos, está listo para realizar pruebas en vía antes de final de año.
TRIA diseñó en 2001 un cambiador dual compatible con las dos modalidades existentes de eje adaptable, el de Talgo y el de CAF. Se han instalado decenas de esos cambiadores en toda España para unir tramos de ancho ibérico y de ancho internacional, que es el de las vías del AVE. Pero no había una solución para los trenes de mercancías, mucho más pesados. Por ahora, se ha optado por el llamado tercer hilo, que consiste en instalar un tercer raíl en el interior de la vía de ancho ibérico.
El cambio de vías es muy caro. De ahí que Adif buscara otra opción y convocara un concurso para el diseño de un eje de ancho variable. TRIA y Azvi unieron fuerzas y rescataron del olvido un proyecto de mediados de los 60, el eje OGI. Esta empresa sevillana, Oficina General de Ingeniería, ganó en 1966 un concurso internacional de Renfe para un eje de ancho variable para mercancías. Se probó, funcionó bien y, por falta de interés económico en aquel momento, se abandonó. TRIA y Azvi recabaron esos, rehicieron la ingeniería, rediseñaron el eje, lo actualizaron y Adif les adjudicó el contrato por 4,7 millones de euros. Ya han fabricado varios prototipos y, después de un periodo de pruebas, saldrán a vía en noviembre, según Paños. “Vamos a instalar [el eje en] tres vagones, dos portacoches, cargados con 50 ó 60 toneladas, y uno portacontenedores, con 100 toneladas, y vamos a hacer un mínimo de 150.000 kilómetros en distintos anchos”, explican, con un cambiador ya instalado en Albacete.
Si logran la homologación definitiva, en la que TRIA confía, Adif dispondrá de una solución rápida y barata y podrá comenzar a instalarla en trenes cuando lo decida.