¡Todavía más agua!.- Jorge Díaz, después de anotar el tercer gol, se acercó a David para pedir agua y éste debió preguntarle si aún quería más, con la que estaba cayendo. Jorge le dio un manotazo, con cariño eso sí, y el buen rollo de todo el equipo volvió a hacerse patente.

Seguro que pillaron una pulmonía.- El trío arbitral salió a calentar ya de manga corta, mientras los jugadores iban con doble camiseta y el cuello bien resguardado. Seguro que con la que cayó este domingo en Cáceres pillaron una pulmonía ya calentando.

¡Menudo aire!.- Vaya aire y frío que hacía este domingo en el Príncipe Felipe, que se llevaba literalmente volando hasta la publicidad, que por cierto era del buen jamón extremeño, un plato muy recomendable.

Mirada de enfado.- En contra de lo que acostumbra a hacer, Luis César se quedó esperando a que saliera el último jugador del Cacereño y el trío arbitral para ‘mirarles mal’ por la de entradas duras que estaban cometiendo sobre sus hombres. Eso sí, no dijo ni una palabra.

¡Cómo vería para anotar!.- Esta imagen de Rubén Cruz cegado literalmente por la lluvia y el viento es de poco después de que anotara su tanto. Sorprendente que pudiera ver el esférico con la que le estaba cayendo encima. Un gran pichichi.

Vaya cómo quedó el traje de Martins.- Bueno el de Martins y el de todos sus compañeros. El Cacereño lucía pantalón blanco que era más bien negro al acabar el partido, por todo el barro acumulado en un encuentro con mucha lluvia.

Los chubasqueros, algo tarde.- Aquí vemos al jefe de los recogepelotas llevarles los chubasqueros, pero cierto es que era algo tarde, porque esta foto es de ya avanzada la segunda mitad y había caído lo suyo.

Algo querían celebrar.- En el público local estaban ansiosos por celebrar algo y con el 1-4 soltaron desde la grada estos confeti. No creemos que confiaran en la remontada, pero les hacía ilusión tirar el material que se habían llevado esperando un día mejor.

¡Más frío que en mi vida!.- El guardameta Dorronsoro confesó al periodista Cristo Lozano, de RCM, tras el encuentro, que había pasado más frío que en su vida. La verdad es que hacía un día de perros, menos mal que los tres puntazos calentaron la jornada.