He de reconocer que hasta la semana pasada, no había tenido ocasión de asistir a un acto público del candidato a la Secretaría General del PSOE albaceteño Pedro Antonio Ruiz Santos. Un acto en el que detalló cuáles serían sus principales líneas de actuación si el próximo día 17 logra alcanzar la confianza mayoritaria de la militancia socialista, para encabezar la dirección del partido a nivel provincial durante los próximos cuatro años.
Es cierto que al jugar en casa y conocer las tablas que se pisan, uno se siente más cómodo y seguro de las cosas que se dicen, pero sobre todo de cómo se dicen, de tal forma que esa comodidad se transmuta en confianza con el paso de los minutos, para acabar, con los aplausos finales, estableciendo un nexo de comunión con el auditorio digno de los más afamados actores. Y es que querámoslo o no, es harto complicado ser profeta en tu tierra.
Tuve la ocasión de escuchar a un candidato sin estridencias, tanto en el fondo como en la forma, a un candidato amable en el trato y en el discurso, comprometido con sus ideas, que son las de todos los que nos sentimos socialistas, y, además, con el proyecto que encabeza y que, por lo visto en el remodelado Mercado de Abastos de Villarrobledo, cada día cuenta con más seguidores. Un candidato que habla mirando a los ojos del interlocutor y con un gesto amable en su rostro, un candidato con el que es muy complicado discutir en tono agrio, pero que con el que es muy fácil tender puentes de comunicación para solventar los problemas que tiene la sociedad en general y el PSOE en particular, que como partido político que aspira a gobernar, es fiel reflejo de lo que ocurre en su entorno más próximo.
Me gusta la idea de dar un paso más allá en la participación de la militancia, incluso, ¿por qué no?, en la confección de la próxima Ejecutiva. Como acertada fue, en mi opinión, su propuesta de estructurar el Partido en torno a las comarcas, como forma más óptima de reflejar toda nuestra idiosincrasia provincial. Me encantó el ofrecimiento a Juventudes Socialistas, para que dejen de ser solo una cuota que hay que cumplir y muy meditado su modelo de partido feminista, así como su apoyo explícito a los grupos municipales, especialmente a aquellos que se encuentran en la oposición y, por supuesto, comulgó con la idea de contar con la opinión de aquellos compañeros y compañeras que han ostentado responsabilidades orgánicas y de gobierno, y también con la voz autorizada que les confieren a nuestros veteranos sus muchos años de militancia, no siempre en las mejores condiciones.
Pero con ser esto importante, que lo es, lo que más aprecié de su intervención fue su explicación del motivo que le impulsa a concurrir a este proceso de Primarias, aún a riesgo de que la respuesta pueda resultar demasiado obvia, porque hay muchas veces en las que lo evidente se convierte en discutible, solo por la forma en la que se expresa. Y es que Pedro Antonio quiere ser el secretario general de los socialistas albaceteños, para ganarle el pulso al Partido Popular, para afianzar los ayuntamientos en los que gobernamos y para dejar de ser oposición en los que no ha sido posible, para apuntalar el Gobierno de Emiliano García Page en nuestra Región y para ayudar a sentar a Pedro Sánchez en el banco azul del Congreso de los Diputados.
Esas son sus credenciales, esos son sus anhelos y esos son sus compromisos, y a eso, yo, como cientos de militantes más, me apunto, porque la razón de ser de cualquier partido político que se precie, es alcanzar el gobierno y devolver, por la vía de los hechos, la confianza que en dicho partido ha depositado la ciudadanía en forma de votos, ese, y no otro, es el objetivo, y para alcanzar esa meta no hace falta, al menos en mi humilde opinión, crear una secretaría ejecutiva que custodie la esencias emanadas del 39 Congreso Federal, como relata la Biblia que hizo Moisés con las Tablas de la Ley, basta con releer de vez en cuando a Pablo Iglesias Posse y recordar que “somos socialistas no para amar en silencio nuestras ideas, ni para recrearnos con su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para llevarlas a todas partes”.
Pedro Antonio quiere encabezar la próxima dirección socialista para evitar que el Partido Popular siga sembrando cizaña allá por donde pasa, para seguir poniendo freno a los recortes indiscriminados en derechos y servicios que, aun estando en la oposición, pretenden seguir llevando a cabo en nuestra Región, para evitar que la Sra. ministra de Defensa siga señalando con el dedo acusador de la que difama sin pruebas a destacados socialistas, simplemente por el hecho de militar en un partido distinto al suyo, y a la que, afortunadamente, la justicia está poniendo en su sitio una y otra vez en los últimos tiempos.
En definitiva, Pedro Antonio solicitó la confianza de la militancia para hacer lo que un buen secretario general debe hacer, arropar y apoyar a quienes así lo requieran, especialmente a los que se puedan sentir más débiles, y sentar las bases para hacer del PSOE un partido ganador en nuestra provincia, y eso que parece tan sencillo, no se hace parapetado en la segunda planta de Pedro Coca, si no visitando continuamente todas y cada una de las 82 agrupaciones, que conforman el PSOE de Albacete y mostrando en todo momento una predisposición completa para apoyarlas, asesorarlas y brindándoles la ayuda precisa, en el momento oportuno.
El día 17 está a la vuelta de los puentes de la semana de la Constitución, pensemos bien lo que hacemos y en lo que votaremos, ganarnos a nosotros mismos tiene su morbillo, pero no sirve para nada, lo importante viene después y para ese momento necesitamos a alguien con ganas de ganar… al PP, y Pedro Antonio las tiene, palabrita del niño Jesús.
¡Vaya!, segundo gol del Cádiz en el minuto 90, otros tres puntos que vuelan.