La colombicultura regional dio este sábado un paso de gigante en la equiparación de las distintas disciplinas que tienen como denominador común al palomo, animal. El presidente de la Federación de Colombicultura de Castilla-La Mancha, Julio Martínez, presentó ante los colombicultores regionales al delegado de Raza de la Real Federación Española de Colombicultura, Bernardino Crespo, para prometer que el palomo deportivo y el palomo de raza serán lo mismo en cuanto al trato recibido por parte de las autoridades, tanto deportivas como administrativas.

Esta jornada, celebrada en Tomelloso, terminó de refrendar el preacuerdo alcanzado entre la federación regional y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en la persona del director general de Juventud y Deportes, Carlos Alberto Yuste, que recibió esta semana un anteproyecto para llevar a efecto la esperada Ley del Palomo Deportivo, que durante años lleva esperando la colombicultura regional.

Martínez valoró la colombicultura de raza como «más introspectiva e intimista» que la del deportivo y reconoció que «no están en igualdad de condiciones a nivel presupuestario». Por ello, aseguró, «un criador de raza tiene la misma importancia que 200.000 de competición». «No ha nacido nadie más importante que nadie por tener un apellido o una etiqueta», añadió.

 

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Ese hecho histórico de ser recibidos por el gobierno regional, explicó Martínez, «pone de manifiesto que el palomo de raza, con este anteproyecto, queda equiparado al de competición, a imagen y semejanza de lo que pasa en la Región de Murcia y en la Comunidad Valenciana». «Teníamos menos papeles que una liebre», agregó en tono jocoso. «Palomos anillados, palomos federados, palomos legalizados, son deportistas», sentenció ante el aplaudo de los presentes.

Asimismo, el presidente Martínez puso en valor varios de los logros alcanzados a lo largo de su breve e importante legislatura. Entre ellos, la consecución de una sede, «después de 37 años y dos días reunidos en el salón comedor del Conde Drácula», y la de limitar el cargo del presidente a ocho años máximo. «Empecinarse en un cargo es casi delictivo», agregó.

Por último, Julio Martínez se refirió a otro hecho de mayúscula importancia, que es el de la incorporación de un equipo veterinario para asegurar el normal desarrollo de cada una de las pruebas que se organizan en Castilla-La Mancha. «Esto, igual que el hecho de que el presidente no participe en las competiciones a título particular, hace de este deporte algo más deportivo y legítimo», afirmó Martínez, que invitó a los colombicultores de la región a sacar su licencia para hacer de esta federación una de las señeras de esta disciplina en la actualidad.