El teletrabajo es una de las metodologías laborales que más se relaciona con la digitalización, siendo una herramienta ideal para aumentar el alcance de los negocios, reducir costos e incluso agilizar el proceso laboral al evitar que el equipo humano se vea obligado a transportarse diariamente. Aún así, muchos gerentes anclados al pasado hacen lo imposible para limitar su desarrollo.
Esta situación se estaría volviendo dramática en nuestro país, donde el teletrabajo se habría reducido de manera importante desde que la pandemia comenzó a amainar.
Si bien la caída en el uso de esta metodología era esperada, debido a la renuencia de muchas empresas de adoptarla de forma permanente, o de adaptarse a los cambios que esta representa, las cifras en España serían dramáticas.
Así lo asegura el más reciente reporte del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), adscrito al Ministerio de Asuntos Económicos, donde se especifica que pasamos de tener 2.741.900 personas trabajando bajo esta modalidad de manera fija o habitual (un 13,6% del total), a menos de 2.563.000 (12,5%), solo entre el 2021 y 2022.
Se trata de uno de los países europeos con peor desempeño en esta materia, estando mucho más cerca de países como Bulgaria (6,5%), Rumanía (6,6%) y Chipre (12,7%), que de otras economías como Países Bajos (53,8%), Suecia (46,2%) y Luxemburgo (45,1%).
No ayudaría que el Gobierno haya retrasado iniciativas como el visado para nómadas digitales, o que haya lanzado programas de ahorro energético que toman en cuenta a las grandes empresas, pero no a los teletrabajadores ni a los autónomos.
Si bien los autónomos siguen beneficiados por la naturaleza de su modalidad laboral en cuanto al teletrabajo se refiere, lo cierto es que otras variables económicas estarían mitigando los beneficios de trabajar de esta manera, obligando a que estos incluso deban reducir la jornada laboral de su equipo humano para abaratar costos.
Desde el pago de la cuota inflexible abonada al seguro social, hasta los incrementos del salario base que no toman en cuenta las diferencias entre estos autónomos y las grandes empresas. Este grupo de empresarios, que estuvieron entre los más beneficiados por los préstamos avalados por el ICO, ahora se encuentran entre los más abandonados por el Gobierno.
Se trata de uno de los grupos empresariales que más solicita financiamiento a la banca, instituciones gubernamentales y sociedades de garantía para gastos operativos. Muchos de estos optan por solicitar préstamos de 24 horas e incluso inmediatos, ya que utilizan el financiamiento para necesidades puntuales como el pago de nómina, cayendo en deudas aún mayores.
Si bien la metodología del teletrabajo es sumamente beneficiosa tanto para empresas como para empleados, existen distintas barreras que limitan su implementación, ya sea en España o en el resto del mundo.
Una de las más importantes tiene que ver con la cultura laboral establecida, y el rechazo de los empresarios al momento de adoptar el teletrabajo por el desconocimiento sobre su implementación adecuada.
Otras barreras van más allá, incluyendo el bajo desarrollo tecnológico de las empresas, que no tienen la capacidad de digitalizarse por falta de inversiones, o la incapacidad económica de algunos empleados a la hora de contar con equipos de trabajo en casa, así como una conexión estable a Internet que permita una productividad estable.
Por último, aunque en menor medida, existen distintos puestos laborales y actividades que no pueden realizarse desde casa, ya que requieren de manera obligatoria la presencia física del equipo de trabajo. Se dice que en menor medida, porque muchos de estos trabajos podrían realizarse, al menos parcialmente, de manera remota.