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Chino, orgullo de Albacete (OPINIÓN)

Julio Martínez

Hay que ser muy millennial y mucho milennial para poder hablar de chinos en Albacete. El fenómeno de ir al chino en Albacete lo conocí yo cuando salíamos de ver a mi amigo Ele triunfar en Quintanar del Rey. Aquello era Tercera División y para colmo era grupo 18. Pero el caso es que siempre he visto triunfar a mis amigos. Por eso hace 12 años vi a uno que se fue al Udinese y, al poco tiempo, otro se fue al Atlético de Madrid y triunfa hoy en el Cádiz cuando tuvo que pedir sitio en La Gineta. Seguiría enumerando batallitas en las que no soy protagonista, pero bastan estas para narrar lo que han sido muchos veranos en mi casa. Hemos tenido la suerte de encarar a gente que venía en el Panamera y a gente que traía a los cinco que faltaban para cerrar la pachanga en la C15. Eso es el fútbol de Albacete. Eso es el fútbol en Albacete. Jugar en la calle. Y el que no haya ido a jugar al Pilar no sabe lo que es que te humillen. Y que te den un par de hostias. Merecidas. Tampoco te flipes.

Del Pilar, que es el mejor barrio para ser futbolista en Albacete, podemos ir de barrio en barrio para descubrir a Chino, o Javier, “Javi” como lo llaman los que se hacen pasar por sus colegas. Recuerdo la primera vez que le fui a entrevistar y me dijo: “hermanico, habla con el de prensa”. Un tío que te jodía la tarde en la jaula del Valdelvira haciéndote pasar por caja. Luego te dabas cuenta de que antes que tú iba Broncano y su Resistencia.

El barrio llega hasta donde llega. Parque Sur, La Feria, el Valdelvira, Franciscanos, la Estación y muchas canchas bastardas han servido para que Chino nos demostrase que hay gente buena y que hay uno muy bueno. Decía Murakami que el destino es algo que se debe mirar volviendo hacia atrás y no algo que se deba saber de antemano. A ver, amigo Murakami, todo depende del cristal con que se mire. Te lo digo porque cuando pienso en Chino, y no en chinos, veo algo que se veía mirando hacia atrás, que se veía de antemano, y que se veía en cualquier sitio.

Al fin y al cabo, Chino empezó siendo el mejor en todos los barrios, en todas las parcelas y en todos los 24 horas. Cuánta gente no habrá ganado dinero gracias a su pierna izquierda y a su pierna derecha. Y ahora solo dirán que son sus amigos. Lo habrán disfrutado vuestras novias, bribones. Miren, es más fácil presumir de cualquiera de Albacete que haya podido debutar en Segunda División, pero no podemos ser hipócritas. Estamos hablando de Javier. De Chino. No ha debutado con la Selección Española. Ha vuelto con ella después de hacer lo que hace uno de Albacete: gambitear. Y, perdonado y bendecido, se ha estrenado como goleador y, gracias a él, ha ganado España. A Brasil, ojo, a la herencia de Falcao.

Pero es que Chino le ganó a Ricardinho con Jaén y le ganó a todos con Valdepeñas, aunque le hicieron aquella de no vale ni el empate. Pero Chino siempre ha sido el estandarte de su equipo. Lo fue también del Panadería Cristina en la senior del IMD, que llegaba el jueves y te la metía por todos los sitios menos por la portería. Hasta Conde saca pecho de Chino. Claro, y yo también, que lo he visto mearme en mi casa con mis amigos. Menos mal que iba en mi equipo. Y cuando llegaba Navidad, me tomaba una copa con él. Así es Chino. Más bueno en la calle que en la cancha. Pero es que es muy bueno. Demasiado…

Chino es el mismo cuando le gana un partido a Brasil con la Selección Española que cuando sale a disfrutar como albaceteño de Albacete. Chino ha conocido todas las pistas de Albacete y ha saltado todas y cada una de las vallas que nos han hecho sentir futbolistas. Claro que a algunos le han servido más que a otros los saltos. Hablar del futbol en la calle en Albacete es hablar del Chino, o de John Tapias, o del Piojo, o de miles de cabrones que se bajaban a fumarse uno y echar horas y horas jugando al fútbol. El fútbol sala en Albacete siempre ha estado más en los grupos de Whatsapp que en las pistas, pero qué sería del fútbol sala sin todos esos cabrones.

Hay una legión como para devolver el futsal manchego a la élite, pero no se olviden tampoco del futsal de base. De Chino, de Raúl Gómez, de Diego Yeste, de Juanfran. Y de muchos que no sé ni cómo se llaman ni cómo juegan, pero que vacilan saltando en cada cancha. En fin, de todos aquellos que subieron al Alba a Primera. Pero bueno, que estamos en 2020, hay que hablar de los jóvenes. Y de ese Resta que viene dando recitales. No obstante, amigos, por encima de todos, está Chino. El mejor de España. El que se ha cargado a Brasil. Y es de Albacete. Ea, que le vamos a hacer. Pues disfrutarlo… Y, los que tengáis hijos, quitarles el móvil y la consola. Que se baje al barrio a jugar al fútbol. Que le pegue un pelotazo a la vecina. Que os echen la bronca porque chuta fuerte. Que juegue al fútbol. Que viva el fútbol amigos. Brindemos por nuestro Chino. Brindemos por el fútbol de Albacete.

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