Esta semana asistíamos a la aprobación del penúltimo Presupuesto, que el Partido Popular somete a la consideración del Pleno del Ayuntamiento de Albacete durante el presente mandato corporativo. Presupuesto que recibió luz verde gracias a los votos favorables de los populares, lógico, de los de Rivera, más lógico todavía, y por la abstención del PSOE, que posibilitó una vez más, y ya van unas cuantas, la gobernabilidad del Ayuntamiento de Albacete.
Mis compañeros y compañeras en el Ayuntamiento han demostrado, con actitudes como esta, poseer un enorme sentido de la responsabilidad y una gran empatía con aquella parte de nuestra sociedad que se encuentra en una situación de mayor vulnerabilidad. A nadie se nos escapa que lo fácil, lo sencillo y probablemente lo que les pedía el cuerpo, hubiera sido encogerse se hombros, mirar para otro lado, hacer un discurso incendiario en contra de los populares, que motivos hay de sobra, y a otra cosa mariposa, pero prefirieron no olvidar, en un gesto que les honra, que detrás de cada partida y de cada cifra se esconde un vecino o una vecina de nuestra ciudad, que necesita cuentas municipales en vigor para ir subsistiendo, que ni tan siquiera mal viviendo.
A este alcalde, componedor por excelencia, no le queda más remedio que arrancar, y tirar al contenedor azul, las hojas de la libreta del mismo color, que todo buen dirigente popular que se precie lleva siempre consigo, y en las que a buen seguro se recogían las líneas maestras de su programa electoral, o lo que quiera que escriba el PP cuando se presenta a las elecciones, para redactar en las restantes, los compromisos suscribe con la otra derecha, la naranja, de tal forma que no se le olvide nada de lo que después tiene que incumplir, no sea que meta la pata y, por descuido, cumpla algo de lo han firmado.
A este alcalde, componedor por conveniencia, no le queda más remedio que elevar a la categoría de colaboradores necesarios a las personas que conforman el Grupo Municipal Socialista. Sabe que tiene que escuchar sus propuestas como sí le interesaran de verdad. Sabe que tiene que convencer a sus concejales y concejalas para que lleven a cabo programas y acciones que chocan frontalmente con el ADN ‘popular’ y sabe que tiene que buscar encaje presupuestario a las enmiendas socialistas, por mucho que chirríen dentro del entramado presupuestario, que viene conformando el PP desde que gobierna. Bueno, esto último es una forma de hablar, el Ayuntamiento de Albacete.
A este alcalde, componedor por supervivencia, no le queda más remedio que hacer de tripas corazón y aceptar que sea el principal grupo de la oposición, el Socialista, el que ponga alma, cordura y ambición al Presupuesto Municipal. Otra cuestión es cómo lo explique y plantee en la calle del Muelle, pero la verdad, es que la mano socialista se nota, y mucho, en este Presupuesto y ahora también en la hoja de ruta para sacar adelante todo lo comprometido.
A buenas horas iba el PP a presupuestar cuatro millones de euros para un Plan Municipal de Vivienda, cuando en todo este tiempo se pueden contar con los dedos de una mano las acciones que en materia de vivienda han emprendido. Más de un dirigente ‘popular’ se hubiera dejado cortar un dedo de una mano, antes que presupuestar un millón y medio de euros para posibilitar la instalación en Albacete de la Plataforma Logística Intermodal que mejorará las condiciones de empleabilidad de nuestra ciudadanía, especialmente entre los más jóvenes, y algún que otro concejal que yo conozco seguro que puso el grito en el cielo cuando se enteró que tenían que consignar otro millón de euros para llevar adelante un Plan de Accesibilidad Universal, para que las personas que tienen una discapacidad física, sensorial o cognitiva puedan vivir en una ciudad amable.
Ahora, como siempre pasa en política, corresponde a la ciudadanía entrar a valorar lo ocurrido en el Salón de Plenos Municipal. Valorar si es bueno para la ciudad y para el conjunto de la sociedad tener un concejal, el no adscrito, que no se sabe si va o viene y que la mayoría de las veces, por no decir todas, vota sí, no, o se abstiene, sin más explicaciones, ni más nada. Pues oye, para ese viaje no se necesitan alforjas, que dice el refrán, ahora entiendo yo porque se le llama concejal no adscrito.
Valorar sí es útil para atender las necesidades de la ciudadanía, contar con un grupo político que se opone a las cuentas públicas sin ofrecer alternativa alguna, o intentar, mediante las oportunas enmiendas, remediar aquello que consideran que no se ajusta a sus planteamientos sobre las necesidades del municipio. Enmendar a la totalidad siempre es mucho más sencillo y cómodo que presentar enmiendas parciales. En estas últimas es necesario mojarse y pregonar a los cuatro vientos de donde obtengo lo que quiero que se incremente. Y es que hay gente que es más de secano que las amapolas, y eso de mojarse, como que no va con ellos.
Valorar si es útil para el desarrollo de la ciudad disponer de un grupo político que más parece una muletilla del que está en el gobierno que uno de la oposición. Es más, en el último Pleno incluso se felicitaban por ser del mismo equipo, aunque vistan camisetas de distintos colores. Pero oye, como están en alza y hagan lo que hagan, o mejor dicho, cuanto menos hagan mejor para sus intereses electorales, pues se limitan a decir amén, eso sí, en voz baja, no sea que alguien se entere que están ahí.
Valorar si es útil para la ciudadanía y para la ciudad disfrutar de un grupo municipal, el Socialista, que antepone los intereses de la ciudad a los de su partido, y el de los ciudadanos a los posibles réditos electorales que se pudieran obtener si se hubieran instalado en el no por el no. Y todo ello, a pesar de que esta postura posibilista y constructiva no se lleve mucho en estos tiempos políticos, donde lo que se estila es atizarle al que gobierna con la excusa que sea, el caso es atizarle sin compasión y esperar a ver que pasa.
Y por último, valorar si es útil para los que aquí moramos, tener un alcalde que pasea la vara de mando en la cabalgata de la Feria, pero que no gobierna y pruebas de esa afirmación hay para dar tomar y regalar. Si piensas igual que yo, ya sabes lo que hay que hacer en las Elecciones del año próximo.