Aún resuenan en el Palacio de Congresos los ecos de La Internacional, que entonada, con más o menos gracia, por los delegados y delegadas que asistimos al 15 Congreso Provincial del PSOE de Albacete, sirvió para poner el punto y final a una intensa jornada de trabajo, en la que despedimos al anterior secretario general y dimos la bienvenida al elegido el pasado mes de diciembre. Para Manuel el adiós y para Santi el hola y para los dos mucha suerte. Y como en mi Partido no hay dos sin tres, desde ya mismo enfilamos el camino que nos llevará a la elección de la persona que ocupará la Secretaría General de la Agrupación Municipal de Albacete, último peldaño de la larga escalera de renovación de ejecutivas que comenzó hace quizás demasiado tiempo.
A priori serán dos los compañeros que pugnarán en buena lid para asir el timón de la primera planta de Pedro Coca, a saber Francho Tierraseca y Emilio Sáez.
Con Emilio me une una amistad de años, de muchos años. He dicho públicamente y en más de una ocasión que a Emilio cuesta decirle que no, y esta vez no va a ser diferente. Ahora que ha dado un paso adelante en una situación complicada y nada fácil, también le he dicho que sí, que cuente conmigo y con mi apoyo.
Emilio no ha tenido una vida fácil. De hecho, han sido muchas las dificultades a las que ha tenido que hacer frente; y no me refiero solo al problema de la polio que le afecta la pierna derecha. Es de esas personas que ha recibido cornadas por todos los sitios sin coger una muleta y ponerse delante de un toro en su vida, y que aun así se ha levantado una y otra vez de la arena, plantándole cara a la vida ante tanta adversidad cuando pintaban bastos y disfrutando de los momentos en los que eran oros los que pintaban.
Aterrizó por estos nuestros lares cuando aún no tenía ni pelusilla en el labio superior con destino al Centro de Recuperación de Minusválidos Físicos, donde estudió lo que pudo y supo y donde conoció a algunos compañeros de viaje de los ya no se ha separado nunca. Aunque fue en otra escuela, la de la vida, donde aprendió que solo el empuje, la constancia, la insistencia, el coraje y la perseverancia son los ingredientes necesarios para poder sobrevivir en un mundo donde las imperfecciones y las diferencias no estaban muy bien vistas.
Decir que Emilio es una persona hecha a sí misma quizás sea quedarse demasiado corto, porque es duro como el mármol de su Macael natal, pero flexible como los juncos del arroyo del Marchal, constante como pocos y emprendedor por naturaleza y necesidad, que de todo hay en la viña del señor. Pocas personas son capaces de crear de la nada, pero de la nada más absoluta, una asociación de discapacitados que ahora emplea a más de mil trabajadores, la inmensa mayoría personas con alguna discapacidad.
Pero como sé que no le gusta mezclar churras con merinas y que hay cuestiones que mejor no tocar, por el enorme respeto que le merecen las mismas, no seré yo quien cometa la torpeza de seguir por ese camino, por lo que me centraré en su actividad política, que a fin de cuentas es lo que ahora concita nuestra atención.
Militante de la Agrupación Municipal de Albacete desde hace años, ha sido secretario de Organización de la misma, concejal del Ayuntamiento de Albacete, delegado provincial de Industria, Turismo y Medio Ambiente, miembro de la Ejecutiva Regional y actualmente, diputado regional por Albacete en las Cortes de Castilla-La Mancha, en reñidísima disputa con el candidato de Podemos.
Tanto a Emilio como a Francho hay que agradecerles que hayan dado el paso adelante y se hayan postulado para disputar la carrera que les conducirá a ocupar la Secretaría de la Agrupación Municipal del PSOE de Albacete, la más importante de toda Castilla-La Mancha y una de las más numerosas de todo el territorio patrio, y hay que agradecérselo porque la situación no es nada fácil para el partido del puño y la rosa en Albacete, partimos con ocho concejales y concejalas en el Ayuntamiento de Albacete, con una izquierda fragmentada por un lado, con un partido popular que no se sabe si va o viene por otro y con unos Ciudadanos que, al decir de su jefe, lo mismo les da ocho que ochenta, con tal de manejar el cotarro.
Y para revertir esa situación, para recuperar la confianza de la ciudadanía y para capitanear los destinos de nuestra ciudad, necesitamos tener al frente del PSOE local una persona sin dogmas, una persona que piense que nadie está en posesión de la verdad absoluta y nada es innegable, una persona que quiera dirigir el partido sin apriorismos, que sepa adaptarse a las circunstancias cambiantes de nuestra sociedad, pero sin perder el rumbo, una persona dialogante hasta la saciedad y respetuosa con los demás, una persona que porte una mochila tan liviana como una pluma, lo que le permitirá ser independiente y autónoma.
Se dice que los buenos marineros se forjan cuando la mar está brava y Emilio se ha forjado de tormenta en tormenta, por eso estoy seguro que afrontará con valentía, destreza y decisión el envite de ser el próximo secretario general del PSOE de Albacete, y junto a él cientos de compañeros y compañera socialistas escribiremos con letras de molde aquello de: #YoConEmilio. Y tú, ¿te apuntas?
