En su continua búsqueda de fórmulas para imprimir una mayor velocidad a sus entregas, Amazon quiere convertir Estados Unidos en un país de mensajeros.
El gigante del comercio electrónico con sede en Seattle está desarrollando una aplicación móvil mediante la cual pagaría a particulares, en lugar de a empresas de transporte como United Parcel Service (UPS), para la entrega de paquetes, según fuentes conocedoras de los planes de Amazon, como recoge Expansión.
Dichas fuentes señalan que la compañía recurriría a la ayuda de minoristas en áreas urbanas para almacenar los paquetes, probablemente alquilando el espacio o abonando una comisión por paquete. Una portavoz de Amazon se abstuvo de hacer comentarios.
El servicio otorgaría a la empresa de comercio electrónico más control sobre la experiencia de compra y le ayudaría a mantener a raya los costes de envío, que crecieron un 31% el año pasado, un ritmo más alto que el de sus ingresos. También concedería a la empresa una ventaja en las negociaciones con las mayores empresas de mensajería.
Sin embargo, el modelo plantea varios interrogantes. Por ejemplo, cómo decidirá Amazon quiénes serán las personas que efectuarán las entregas o si las tiendas cooperarán con un rival directo.
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